Barranquilla alista Simulacro Nacional 2025
Barranquilla se prepara activamente para el Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias 2025, un ejercicio clave convocado por la Alcaldía Distrital a través de la Oficina de Gestión del Riesgo, que se llevará a cabo el miércoles 22 de octubre a las 9:00 a.m. La iniciativa busca fortalecer los mecanismos de preparación, prevención y respuesta ante emergencias y desastres, involucrando a entidades públicas, privadas, educativas y a toda la ciudadanía.
Este simulacro se ha consolidado como una de las herramientas más importantes del país para evaluar la capacidad de reacción frente a emergencias reales, poniendo a prueba protocolos, planes, estrategias, sistemas de comunicación y coordinación interinstitucional. Además, es un espacio pedagógico que promueve la conciencia ciudadana sobre la importancia de estar preparados frente a amenazas naturales y antrópicas que afectan a la región Caribe y al país en general.
Según lo explicó el jefe de la Oficina de Gestión del Riesgo de Barranquilla, Fernando Fiorillo, el ejercicio no solo se limita a la verificación técnica de los planes de contingencia, sino que tiene un fuerte componente comunitario. “Con este simulacro queremos que todos los sectores entiendan que la prevención salva vidas. Se trata de un ejercicio colectivo donde las entidades y la ciudadanía ponen a prueba sus capacidades para responder de manera organizada, rápida y efectiva”, aseguró el funcionario.
Los escenarios de riesgo que podrán simularse han sido definidos de acuerdo con los peligros más frecuentes que enfrenta la ciudad y el país. Entre ellos se encuentran los sismos, inundaciones, incendios estructurales, vendavales, ciclones tropicales, movimientos en masa, incendios forestales, colapsos de edificaciones, fugas de gas y derrames de hidrocarburos. Cada institución, empresa o comunidad podrá seleccionar el escenario más pertinente de acuerdo con su contexto.
El llamado de la administración distrital es a que todas las entidades públicas, empresas privadas, establecimientos comerciales, instituciones educativas, organizaciones sociales y la ciudadanía en general se inscriban antes del 21 de octubre, diligenciando el formulario oficial dispuesto por la Oficina de Gestión del Riesgo. Con esta inscripción, cada participante se compromete a desarrollar el ejercicio de manera organizada y a retroalimentar los resultados para fortalecer su plan de emergencias.
En ediciones anteriores del Simulacro Nacional, Barranquilla ha tenido una participación destacada. En 2023, más de 90 mil personas hicieron parte del ejercicio en la ciudad, incluyendo colegios, universidades, hospitales, centros comerciales, entidades gubernamentales y comunidades barriales. La meta de este año es superar esa cifra y consolidar un mayor número de actores articulados en la respuesta ante emergencias.
Uno de los elementos más importantes de este simulacro será la activación de los sistemas de alerta temprana y de comunicación entre autoridades. Esto permitirá verificar en tiempo real cómo fluye la información desde el momento en que se reporta una amenaza hasta la activación de los protocolos de evacuación, rescate y atención de heridos. Asimismo, se evaluará la coordinación con organismos de socorro como la Defensa Civil, la Cruz Roja, los Bomberos y la Policía Metropolitana.
La importancia del ejercicio radica también en que Barranquilla es una ciudad expuesta a múltiples amenazas. Por su ubicación geográfica y climática, enfrenta riesgos como inundaciones urbanas por arroyos, tormentas tropicales y huracanes, fenómenos que pueden generar graves afectaciones en la infraestructura y en la vida de la población. Adicionalmente, el crecimiento urbano acelerado ha incrementado la vulnerabilidad frente a incendios, colapsos estructurales y emergencias tecnológicas.
De acuerdo con expertos en gestión del riesgo, la única manera de mitigar estos impactos es mediante la preparación constante de la ciudadanía y la institucionalidad. El simulacro, en ese sentido, se convierte en un escenario de aprendizaje colectivo que ayuda a salvar vidas en caso de una emergencia real.
La estrategia también busca reforzar la cultura de la autoprotección. La Alcaldía Distrital ha reiterado que no basta con que las autoridades estén preparadas; cada ciudadano debe conocer qué hacer en caso de emergencia, cómo evacuar de manera segura, dónde están ubicadas las rutas de escape y cuáles son los puntos de encuentro más cercanos. Por eso, las instituciones educativas, empresas y conjuntos residenciales son actores fundamentales en el desarrollo del simulacro.
Para Barranquilla, el ejercicio de este año tiene un valor adicional: fortalecer la resiliencia urbana y demostrar que la ciudad avanza en el cumplimiento de los estándares nacionales e internacionales en materia de gestión del riesgo. El Distrito ha invertido en los últimos años en obras de mitigación de arroyos, mejoras en el sistema de drenaje pluvial y fortalecimiento de la capacidad de los organismos de emergencia, lo que le ha permitido responder con mayor eficiencia a las eventualidades.
En paralelo, el Gobierno Nacional, a través de la Unidad Nacional para la Gestión del Riesgo de Desastres (UNGRD), liderará la articulación del simulacro en todo el país, con la participación de alcaldías, gobernaciones y entidades de socorro. La idea es que Colombia, como nación, mejore su capacidad de reacción ante fenómenos naturales o accidentes de gran magnitud, reduciendo la vulnerabilidad de la población y protegiendo la infraestructura crítica.
Los ciudadanos interesados en participar deben inscribirse antes del 21 de octubre en el enlace oficial de la Oficina de Gestión del Riesgo del Distrito. La inscripción es gratuita y está abierta a entidades públicas, privadas, organizaciones sociales y comunidades. Una vez inscritos, los participantes recibirán lineamientos para organizar el ejercicio en sus instituciones o barrios y podrán reportar los resultados para ser incluidos en el balance oficial del simulacro.
El Simulacro Nacional de Respuesta a Emergencias 2025 en Barranquilla representa mucho más que un ejercicio de rutina: es una oportunidad para evaluar fortalezas, identificar debilidades y mejorar la capacidad de respuesta. Lo que se practique el 22 de octubre puede marcar la diferencia entre el caos y la organización en caso de una emergencia real.
Con esta iniciativa, la capital del Atlántico reafirma su compromiso con la prevención y con la construcción de una cultura de resiliencia, en la que todos los ciudadanos son protagonistas en la tarea de proteger vidas y reducir riesgos.
