Colombia alcanza 99% de cobertura contra la fiebre amarilla
Colombia ha alcanzado un histórico avance en su lucha contra la fiebre amarilla, logrando vacunar al 99% de la población que habita en zonas de riesgo y superando las 4,5 millones de dosis aplicadas en todo el territorio nacional. Este logro es resultado del plan integral de contingencia implementado por el Ministerio de Salud y Protección Social, el Instituto Nacional de Salud (INS), la Superintendencia Nacional de Salud, las EPS, las autoridades territoriales y la Organización Panamericana de la Salud (OPS), tras la emergencia sanitaria decretada el 16 de abril de 2025 mediante la Resolución 691.
El objetivo principal de esta estrategia nacional es contener la expansión del virus, prevenir nuevos brotes y proteger la vida de los colombianos, especialmente en departamentos con mayor exposición al vector transmisor. Entre 2024 y octubre de 2025 se han confirmado 139 casos de fiebre amarilla (136 autóctonos y 3 importados), distribuidos principalmente en Tolima, Putumayo, Meta, Caquetá, Nariño, Vaupés, Caldas, Cauca, Huila y Guaviare.
Este esfuerzo sanitario cobra relevancia en un contexto regional donde países vecinos como Brasil, Perú, Bolivia, Ecuador y Venezuela también han reportado contagios, manteniendo activa la alerta epidemiológica en América del Sur. Colombia, sin embargo, ha logrado mitigar la propagación gracias a un sistema de respuesta rápida y una cobertura de vacunación sin precedentes.
El plan diseñado por el Ministerio de Salud se basa en cinco líneas estratégicas que articulan prevención, atención médica y comunicación efectiva. En primer lugar, la gestión integral de la contingencia ha permitido garantizar recursos y coordinación interinstitucional entre los distintos niveles del sistema de salud. A esto se suma una vigilancia intensificada, con detección temprana de casos humanos y monitoreo constante de primates como indicadores del comportamiento del virus.
La tercera línea está enfocada en la promoción y prevención, mediante jornadas de vacunación masiva y control de mosquitos transmisores. El manejo integral de casos ha fortalecido la red hospitalaria y los lineamientos clínicos, mientras que la comunicación del riesgo ha sido clave para generar confianza en la ciudadanía, reforzando el mensaje sobre la vacunación gratuita, segura y de aplicación única en la vida.
De acuerdo con el Ministerio de Salud, más de 4.413.621 dosis de la vacuna contra la fiebre amarilla han sido aplicadas a través de campañas casa a casa, jornadas comunitarias y puntos móviles en zonas urbanas y rurales. El ministro Guillermo Alfonso Jaramillo destacó que este logro es resultado del trabajo conjunto entre el Gobierno Nacional, las entidades territoriales y los equipos de salud pública desplegados en todo el país.
El titular de la cartera recordó que la vacuna debe aplicarse a partir de los nueve meses de edad y está disponible de manera gratuita para todos los habitantes de zonas de riesgo, incluyendo adultos mayores y mujeres gestantes con desplazamientos inevitables. Asimismo, insistió en mantener medidas complementarias como la eliminación de criaderos de mosquitos mediante el lavado y tapado de depósitos de agua, el uso de repelente y la protección de ventanas con mallas.
Uno de los mayores avances del plan ha sido la prevención de la urbanización del virus, una amenaza latente en regiones con alta densidad poblacional. Para ello se elaboraron lineamientos de manejo integrado de vectores en 15 departamentos y 62 municipios, donde se capacitó a 897 profesionales del sector salud en vigilancia entomológica y control del mosquito Aedes aegypti, transmisor de la enfermedad.
En paralelo, la mejora en la atención médica y la actualización de los protocolos clínicos redujeron significativamente la tasa de letalidad, que pasó de 56,5% en 2024 a 33,7% en 2025. Este descenso refleja no solo la efectividad de la vacunación, sino también la respuesta oportuna de los servicios de salud en la identificación y tratamiento de los casos confirmados.
El Ministerio de Salud resaltó además el papel de las comunidades locales, que han respondido activamente a las jornadas de inmunización y a las estrategias de autocuidado promovidas por los equipos de salud. Gracias a esta colaboración, se logró proteger a más de 4,5 millones de personas en menos de dos años, una cifra sin precedentes en la historia sanitaria reciente del país.
A nivel internacional, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) ha destacado los esfuerzos de Colombia como un modelo de coordinación interinstitucional frente a enfermedades endémicas, señalando que el país ha logrado contener brotes con una tasa de efectividad superior al promedio regional.
El Gobierno Nacional ha reiterado que la lucha contra la fiebre amarilla continuará en 2026 con nuevas fases del programa “Colombia Protegida”, que busca extender la cobertura de vacunación a comunidades indígenas y campesinas de difícil acceso, además de reforzar la capacidad diagnóstica del sistema de salud público.
La fiebre amarilla es una enfermedad viral aguda transmitida por la picadura de mosquitos infectados. Sus síntomas iniciales incluyen fiebre, dolor de cabeza, náuseas y dolores musculares, pudiendo evolucionar en algunos casos hacia formas graves con daño hepático y hemorragias. La vacunación sigue siendo la herramienta más eficaz para prevenir la enfermedad, ya que ofrece protección de por vida.
Colombia, que había registrado brotes históricos en zonas selváticas del sur y oriente del país, hoy avanza hacia la eliminación sostenida de la fiebre amarilla como problema de salud pública. La meta del Gobierno es mantener la cobertura superior al 95% y fortalecer la vigilancia epidemiológica en todas las regiones, especialmente aquellas con tránsito fronterizo o presencia de ecosistemas selváticos.
