Carlos Papi Peña, conocido por su dedicación inquebrantable al Club Junior de Barranquilla, es una figura emblemática en la historia del Junior de Barranquilla y del fútbol colombiano.
Desde sus inicios en el Barrio San Roque hasta convertirse en un ícono de Junior, su vida y carrera han dejado una marca indeleble en el deporte y la comunidad barranquillera.
Integra la lista de Técnicos del Junior de Barranquilla, haciendo parte del cuerpo técnico a finales de los años 80 y principio de los 90s.
Antecedentes Familiares y Orígenes
Nacido en el Barrio San Roque, mas exactamente en la Calle 30 con Carrera 30. Carlos Peña Navas creció inmerso en un entorno futbolero que moldearía su destino.
El amor por el futbol se lo debe, en parte, por haber nacido en ese barrio de Barranquilla, ya que su hogar estaba ubicado justo al frente del popular parque Almendra Tropical, donde se jugaba al futbol día y noche.
A pesar del deseo inicial de sus padres, Carlos y Fausta, de verlo como abogado, su pasión por el fútbol desde temprana edad lo impulsó a seguir una carrera deportiva.
Su padre Carlos deseaba que Papi Peña fuese el abogado y fuera el primer jurista de la familia. Pero mas pudo su convicción por el futbol, que los deseos de su padre.
El Papi Peña solo tuvo una hija, Lilian Peña.
Vida Personal
Carlos Peña es recordado no solo por sus logros en el campo, sino también por su carácter afable y su compromiso con la comunidad.
Su familia y amigos lo describen como un hombre generoso y dedicado, cuyo amor por Junior trasciende lo profesional.
Desde los 16 años se encuentra involucrado con el mundo del futbol. Llego a abandonar sus estudios de secundaria para dedicarse al futbol como parte de su proyecto de vida.
Educación y Formación
Aunque su trayectoria académica se vio eclipsada por su éxito en el fútbol, Carlos «Papi» Peña demostró su capacidad de aprender dentro y fuera del campo.
Estudio en el Colegio José Eusebio Caro de Barranquilla, pero, por decisión propia abandono los estudios antes de finalizarlos.
Su conocimiento profundo del juego y su habilidad para leer los partidos fueron fundamentales en su transición hacia roles de asesor técnico y gerente deportivo.
Da gracias a la vida por demostrarle que tomo el camino correcto, tomando su pasión hacia el futbol como un estilo de vida, ya que gracias al futbol, logro obtener todo lo que ha necesitado en su vida.
Carrera Profesional
Carlos ‘Papi’ Peña comenzó su carrera en el fútbol participando en los Torneos Intercolegiales representando a la Institución José Eusebio Caro. Luego, pasó a jugar en los clubes Sporting, Nariño y Celanese en la primera categoría de la Liga de Fútbol del Atlántico.
Se corono campeón en los años 1964 y 1965 con el club Celanese, lo que le sirvió como vitrina para mostrarse sus aptitudes en el futbol. Lo cual llevó al técnico Antonio Julio De la Hoz a convocarlo a la Selección Colombia para participar en las eliminatorias del Mundial de Fútbol de Inglaterra 1966.
La integración en la selección Colombia facilitó que varios clubes manifestaran interés en sus habilidades futbolísticas, incluyendo a Junior, Santa Fe y Deportivo Cali.
«Papi» Peña recuerda cómo eligió Junior para iniciar su carrera profesional, a pesar de la conexión familiar con el Sporting a través de su padre y su abuelo, Fausto Muñoz, quien fue fundador del club.
Inició su carrera profesional en Junior en 1965, destacándose como jugador fundamental desde la reaparición del equipo en el fútbol colombiano. Con siete temporadas como jugador activo y más tarde en roles de asistente técnico y entrenador interino, «Papi» Peña dejó una huella duradera en el club.
Marinho Rodríguez de Oliveira, destacado director técnico de Junior, fue quien reconoció desde el principio la capacidad táctica y estratégica de Carlos Peña Nava durante las sesiones técnicas.
Oliveira tuvo el privilegio de dirigir a Carlos «Papi» Peña en sus primeros pasos como técnico del equipo durante tres períodos distintos: 1966, 1972 y 1974.
Carlos «Papi» Peña llegó a Junior en 1965, un año antes de que el club regresara al profesionalismo en 1966, marcando así el inicio de una extensa y emocionante carrera que abarcó roles clave como jugador, asistente técnico, técnico interino, técnico en propiedad y gerente deportivo.
En la temporada inaugural de 1966, la alineación básica de Junior incluía a jugadores emblemáticos como Adelmo Achito Vivas, Roberto Do Amaral, Federico Rodríguez, Pedro Brugés, y Hermenegildo Segrera, junto a Carlos Papi Peña.
«Marinho Rodríguez, al darse cuenta de mi activa participación en las sesiones técnicas tanto en 1966 como en la primera mitad de la temporada 1972, me propuso dejar el fútbol activo para iniciar mi carrera como director técnico, siendo su asistente. La idea parecía sensata dado que era mi sueño una vez retirado de la competencia. Marinho argumentó ante los directivos la necesidad de contar con un asistente técnico colombiano, indicando que Carlos Peña, por su trayectoria en Junior y su habilidad para leer el juego, era la persona idónea», rememora Carlos Papi Peña sobre sus comienzos como asesor técnico.
Como asistente técnico, Papi Peña colaboró con figuras de renombre como Marinho Rodríguez de Oliveira, Marcos Coll, Efraín ´Caimán´ Sánchez, Luis Alberto ´Marciano´ Miloc, Julio Tocker, José Varacka, Vladislao Cap, Mario Patrón, Juan Ramón Verón, Marciano Miloc, Néstor Manfredy, Jorge ´Indio´ Solari, Marcos Saporiti y Miguel Ángel ´Zurdo´ López.
«Sin lugar a dudas, los técnicos con los que más aprendí y tuve una conexión especial fueron José Varacka y Jorge ´Indio´ Solari. Lo aprendido con ellos me sirvió durante las seis veces que ejercí como técnico interino (1975, 1977, 1978, 1987, 1987 y 1988) y las dos veces como técnico en propiedad (1981 y 1992)», destaca Papi Peña sobre su experiencia en la dirección técnica.
Carlos Peña es una figura legendaria en la historia de Junior, siendo un pilar fundamental en la confianza y lealtad de la institución barranquillera. «Los dirigentes, entrenadores y jugadores necesitaban a Carlos como el enlace preciso para abordar cualquier inquietud durante el desarrollo del torneo. Su vasta experiencia como jugador profesional lo convirtió en un confidente clave para los entrenadores que dirigieron Junior. Conocía a cada uno de nosotros, desde nuestras emociones tras las victorias hasta nuestras reacciones ante las derrotas. Era un ser humano excepcional; tuve el privilegio de conocer de cerca su vida familiar, un hijo ejemplar, apreciado por sus hermanos y querido por sus amigos. Lo recuerdo con gran gratitud», comenta Toto Rubio sobre Papi Peña.
Carlos Peña, en su rol de asesor técnico, figura en el historial de Junior con dos títulos: 1977 y 1980. También ocupó el puesto de gerente deportivo en 2004.
«Carlos Peña es Junior. Después de mi carrera como jugador, lo conocí como entrenador junto a Marcos Coll. Nunca pareció preocuparle, o al menos no lo demostraba, el título que ostentaba. Siempre fue un hombre dispuesto a resolver cualquier dificultad que surgiera en cualquier área de la institución. Así lo conocí y así se mantuvo durante muchos años, siempre disponible para la institución. Un hombre generoso y servicial con un profundo amor por Junior. Siempre lo buscábamos y siempre estaba. Nunca pedía nada; siempre daba. Es lamentable que las instituciones no valoren a personas como él, un ejemplo para los jóvenes que comienzan en el fútbol profesional y para los mayores que aportan poco y exigen mucho. Desde mi llegada a Barranquilla, junto a Marcos Coll, Orejita Núñez y Lucho Cúcuta, Carlos Peña ha sido como un faro que ha iluminado mi camino en el equipo y en la ciudad, cada uno desde su perspectiva. Afortunadamente, aún podemos ver a Carlos Peña en su actividad actual, con la misma energía y solidaridad de siempre. Que Dios le conceda muchos años más de vida, porque personas como él siempre son indispensables», comenta Julio Comesaña sobre Carlos Peña Navas.
«Papi Peña fue una figura que marcó mi camino en términos de trabajo y responsabilidad. Siempre estuvo presente en mi mente», señala Juan Carlos Delménico. «Papi Peña se convirtió en un hermano mayor para los jugadores de Junior, ofreciéndonos muchos consejos para ser mejores futbolistas y personas», añade Wulfran ´Campero´ Cervantes.
«‘El Papi Peña es una persona ejemplar; siempre tenía palabras de aliento para nosotros, los jóvenes jugadores. Como uno de los veteranos, nos brindaba apoyo con sus palabras motivadoras. Nunca lo vi discutir con un compañero ni dirigirse a alguien con palabras duras o vulgares. Supongo que está jubilado de Junior, dado lo mucho que aportó a la institución. Como siempre, Francisco, te felicito por esos recuerdos y envío un abrazo grande a Papi Peña», señala Álvaro Urzola sobre sus vivencias con Papi Peña.
«Junior es mi vida entera. Desde 1965, formé parte del equipo ´Tiburón´, así que, prácticamente, he vivido la historia de Junior desde su regreso. Me retiré del fútbol activo en 1972 y asumí otros roles en Junior», enfatiza Carlos Papi Peña sobre su historia con el equipo.
Fotos de Papi Peña en su labor de Asistente y Director Técnico
Contribuciones y Legado
Como asistente técnico y luego como gerente deportivo, Carlos Peña contribuyó significativamente a los éxitos de Junior, incluyendo títulos importantes como los de 1977 y 1980.
Su capacidad para unir a jugadores, entrenadores y directivos lo convirtió en un pilar clave dentro de la institución.
En la Actualidad
Aun a su edad actual, Carlos «Papi» Peña sigue siendo una figura activa en la comunidad, a pesar de los desafíos físicos que enfrentó después de un accidente en 2013.
Su dedicación al deporte y su espíritu de servicio continúan siendo inspiradores para las generaciones futuras.
Fuentes:
- El Heraldo: Antes jugábamos más por el amor a la divisa, Se fue mi amigo, mi compañero inseparable: Papi Peña.
- La Cháchara: Mis padres soñaban que fuera abogado, 80 años de edad y todavía con fuego en el corazón, Eterno asesor técnico de Junior, Carlos Papi Peña en silla de ruedas.