Víctor Campaz, un nombre que ha resonado tanto en los estadios como en los rincones más humildes de Colombia, es uno de esos jugadores cuya trayectoria en el fútbol profesional estuvo marcada tanto por el éxito como por el caos.
De origen modesto, Campaz fue conocido por su talento desbordante en el campo de juego y su vida fuera de control lejos de él. Aunque alcanzó la gloria en equipos grandes como Santa Fe, Nacional y Junior, su carrera y vida personal estuvieron llenas de altibajos.
Hoy, la historia de Campaz sigue siendo una lección sobre las consecuencias del desorden y la falta de disciplina, pero también un recordatorio de la resiliencia frente a las adversidades más oscuras.
Antecedentes Familiares y Orígenes
Víctor Campaz Rengifo nació el 21 de mayo de 1949 en el barrio Sor Vásquez de Buenaventura, una de las zonas más humildes y populares de la ciudad portuaria. Desde temprana edad, la vida le enseñó a lidiar con la miseria y la escasez.
Sus primeros años estuvieron marcados por las carencias materiales, viviendo en un entorno donde el ruido de los traganiquel y las peleas callejeras eran el pan de cada día.
En sus propias palabras, Campaz recuerda su infancia como un tiempo duro, en el que no tuvo ni un balón de cuero para jugar fútbol, algo que siempre soñaba.
Esta pobreza no solo lo afectó en su niñez, sino que más tarde, al regresar a su ciudad natal, se reencontraría con las mismas dificultades económicas que le tocaron desde niño.
Este retorno al círculo de la pobreza es una de las características más trágicas de su vida, una historia que refleja la lucha constante por salir adelante.
Vida Personal
A lo largo de su vida, Víctor Campaz fue una figura compleja. Era conocido tanto por su habilidad para desbordar rivales en el campo como por su carácter bohemio y su tendencia a la vida desordenada.
Contrario a otros jugadores disciplinados, como Nelson Silva Pacheco, Campaz siempre se mostró rebelde ante las reglas, lo que lo llevó a ser señalado en numerosas ocasiones por sus clubes.
Campaz se casó con Gloria Monsalve, una relación que también estuvo marcada por la inestabilidad. Incluso en momentos cruciales de su carrera, como en su paso por Junior de Barranquilla, sus decisiones personales, como abandonar una concentración para visitar a su esposa, le costaron caro.
Aunque fue un hombre con promesas de redención, como las que hizo al llegar a Junior en 1975, nunca logró cumplirlas.
A nivel de salud, su vida dio un vuelco cuando en 1983 fue diagnosticado con cáncer glandular. Este suceso lo afectó profundamente, obligándolo a someterse a múltiples cirugías que le costaron tanto su bienestar físico como el dinero que había ahorrado a lo largo de su carrera.
Además, en 2007 fue víctima de un accidente de tránsito que lo dejó con graves secuelas físicas, tras haber sido atropellado en Cali.
Todo ello lo llevó a una situación de pobreza y dependencia de la caridad pública en sus últimos años.
Educación y Formación
La formación de Víctor Campaz no siguió un camino convencional, sobre todo porque su vida se desarrolló en un entorno donde la educación formal no era una prioridad.
Su verdadera escuela fue la calle, el barrio Sor Vásquez, y más tarde, el campo de juego.
Si bien no existe información específica sobre su educación académica, es claro que su desarrollo como futbolista estuvo marcado por el entorno difícil de Buenaventura.
Su habilidad para el fútbol comenzó a forjarse desde joven, jugando en equipos locales como el del barrio Sor Vásquez y el Pacífico, un equipo patrocinado por el América de Cali.
Desde muy temprano, mostró un talento innato que lo llevó a formar parte de la nómina profesional del América con apenas 17 años.
Carrera Profesional
La carrera de Víctor Campaz comenzó en 1967 cuando se unió al América de Cali, donde jugó 12 partidos. Aunque no tuvo un gran impacto en el América, su habilidad para marcar goles lo llevó al Deportivo Pereira en 1969, donde brilló al anotar 16 goles.
Este éxito lo catapultó al Santa Fe, con el que se coronó campeón en 1971. Fue en este equipo donde se consolidó como uno de los mejores delanteros del país.
Posteriormente, fue fichado por el Standard de Lieja en Bélgica, pero la vida europea no le convenció, y decidió regresar a Colombia, donde se unió a Atlético Nacional. Allí ganó su segundo título en 1973.
Después de Nacional, llegó a Junior de Barranquilla en 1975, donde formó una delantera temida junto a Nelson Silva Pacheco y Víctor Ephanor.
Su etapa en Junior, sin embargo, no fue la más exitosa. Aunque prometió cambiar su vida de bohemio al llegar, las indisciplinas y su falta de compromiso lo alejaron del equipo en 1976.
Tras su salida de Junior, Campaz jugó para equipos como Medellín, Estudiantes de Mérida y América de Cali, hasta finalizar su carrera en Atlético Bucaramanga.
Contribuciones y Legado
Víctor Campaz fue, sin duda, uno de los jugadores más talentosos de su generación. Su capacidad para desbordar defensas, su velocidad y su habilidad para manejar el balón lo convirtieron en un delantero de respeto en Colombia.
Aunque su vida fuera del campo fue problemática, su legado en el fútbol colombiano no puede ser ignorado.
En equipos como Santa Fe y Atlético Nacional, Campaz dejó una huella imborrable. Su título con Santa Fe en 1971 y el campeonato con Nacional en 1973 son prueba de su impacto en el fútbol colombiano.
Aunque su vida desordenada le impidió alcanzar una carrera aún más exitosa, Campaz es recordado por su estilo electrizante y su habilidad para cambiar el rumbo de un partido.
Más allá de sus logros deportivos, su historia es también una lección sobre los peligros de la indisciplina y las malas decisiones. A pesar de sus fallos personales, Víctor Campaz sigue siendo una figura mítica en la historia del fútbol colombiano.
En la Actualidad
Actualmente, Víctor Campaz vive en Buenaventura, la ciudad que lo vio nacer. Su vida ha dado muchas vueltas, desde el estrellato en los principales equipos de fútbol del país hasta la pobreza y las enfermedades que le han golpeado con dureza.
Tras superar un cáncer en las glándulas salivares y lidiar con las secuelas de un accidente, hoy Campaz sobrevive gracias a la ayuda de la caridad pública.
Lejos de los reflectores y la fama que alguna vez disfrutó, Víctor Campaz enfrenta su realidad con resiliencia, intentando gambetear la pobreza que lo acompaña.
Su historia es un recordatorio de lo efímero que puede ser el éxito y de cómo las decisiones fuera del campo pueden determinar el curso de una vida.
Fuentes:
- La Cháchara: Víctor Campaz, volvió al mismo infierno del que salió: la pobreza absoluta, Víctor Campaz: de ídolo al olvido, Víctor Campaz, el mito de un bohemio.