Transición energética en Colombia Gobierno regula uso de baterías para energías limpias
El Gobierno nacional avanza en su meta de consolidar la transición energética en Colombia con una nueva regulación que permitirá el uso de baterías para almacenar energías limpias. La Comisión de Regulación de Energía y Gas (Creg) expidió para comentarios un proyecto de resolución que establece el marco regulatorio de los Sistemas de Almacenamiento de Energía con Baterías, una herramienta clave para superar la limitación tecnológica de los paneles solares, que solo generan electricidad en horas de sol.
De acuerdo con el Ministerio de Minas y Energía, este avance busca fortalecer el programa Colombia Solar, iniciativa con la que se pretende masificar el uso de energías renovables en el país. “Con esto podemos generar seguridad, estabilidad, confiabilidad y superar barreras tecnológicas. Queremos contar con la regulación más innovadora del país, la región y el mundo, que nos permita avanzar hacia la transición energética”, señaló el ministro de Minas y Energía, Edwin Palma Egea.
El ministro destacó que las baterías reducen costos, estabilizan la red eléctrica y garantizan respaldo al sistema. A diferencia de los paneles solares tradicionales, que no almacenan energía, esta tecnología permite aprovechar al máximo las fuentes renovables. Con la regulación, Colombia busca atraer inversionistas, modernizar su red energética y dar un paso decisivo hacia el cumplimiento de sus compromisos climáticos.
El proyecto de resolución establece un esquema regulado que asegura tarifas más justas para los usuarios, promueve la incorporación de tecnologías de última generación y facilita que la energía renovable pueda estar disponible durante la noche o en ausencia de viento. Según el Ministerio, el almacenamiento en baterías permitirá disminuir las restricciones de la red, reducir los costos asociados a las plantas térmicas, mejorar los procesos de transmisión y distribución, y participar en el mercado de regulación de frecuencia, aportando mayor estabilidad al sistema eléctrico.
La propuesta estará abierta a comentarios durante 30 días, tiempo en el que todos los agentes del sector, tanto nacionales como internacionales, podrán participar para fortalecer la normativa y aportar a la transición energética del país.
Además de esta regulación, el Gobierno reiteró el funcionamiento del programa Colombia Solar, una iniciativa clave para los pequeños negocios de estratos 1, 2 y 3 que deseen reducir sus facturas de energía mediante la instalación de sistemas solares fotovoltaicos. Este programa financia hasta el 60% del costo del sistema, con un tope de $20 millones, mientras que el beneficiario cubre el 40% restante.
El Fondo de Energías No Convencionales y Gestión Eficiente de la Energía (Fenoge) respalda esta estrategia, dirigida especialmente a comerciantes y emprendedores de la economía popular, como tiendas de barrio y pequeños comercios. Para acceder, los interesados deben contar con una edificación en condiciones adecuadas, tener redes eléctricas normalizadas, estar al día en el pago de sus facturas de energía y cumplir con los estudios técnicos necesarios para la instalación.
Los negocios pueden elegir libremente a la empresa instaladora entre las que hacen parte del programa. Estas deben estar constituidas legalmente en Colombia, cumplir con requisitos tributarios y laborales, y contar con experiencia en el diseño e instalación de sistemas solares tipo On Grid, con una capacidad mínima de 2 kilovatios pico y la posibilidad de entregar excedentes de energía a la red.
El Ministerio explicó que esta regulación y la ampliación de Colombia Solar se enmarcan en la estrategia nacional de transición energética justa, con la cual se busca reducir la dependencia de combustibles fósiles, ampliar la participación de fuentes renovables en la matriz energética y mejorar la calidad de vida de millones de colombianos.
La transición energética en Colombia enfrenta múltiples desafíos, entre ellos la necesidad de infraestructura de almacenamiento, inversión en tecnologías limpias y capacitación de mano de obra especializada. Sin embargo, con la aprobación de este marco regulatorio, el país da un paso clave para superar esas limitaciones y consolidar un sistema eléctrico más estable, moderno y sostenible.
Actualmente, las energías renovables no convencionales representan menos del 2% de la capacidad instalada en Colombia, aunque el Gobierno espera que con proyectos de generación solar, eólica y el uso de baterías, este porcentaje aumente significativamente en los próximos años. De hecho, la meta es alcanzar el 12% en 2030, en línea con los compromisos internacionales de reducción de emisiones y lucha contra el cambio climático.
Expertos señalan que esta regulación permitirá que el país se acerque a estándares internacionales en materia de almacenamiento energético, abriendo oportunidades para la innovación tecnológica y la inversión extranjera. Asimismo, la posibilidad de integrar baterías al sistema eléctrico contribuirá a que comunidades rurales y apartadas tengan un acceso más confiable y sostenible a la energía, reduciendo la brecha de inequidad en el acceso a servicios básicos.
Con esta apuesta, Colombia reafirma su compromiso con la transición energética y con la meta de construir un futuro sustentable basado en energías limpias, resiliencia climática y desarrollo económico sostenible. El reto ahora será garantizar que la reglamentación final incorpore las voces de todos los sectores y que los incentivos lleguen de manera efectiva a quienes más lo necesitan, especialmente los pequeños negocios y comunidades vulnerables que pueden beneficiarse de manera directa con la reducción en sus costos de energía.
