Empleo sin Barreras en Soledad: víctimas recibieron apoyo y oportunidades laborales
El programa Empleo sin Barreras en Soledad entregó bonos de alimentación y vestuario a víctimas del conflicto armado como parte de una jornada de inclusión laboral organizada por la Unidad Nacional para las Víctimas y el Servicio Público de Empleo. El evento se desarrolló en el Centro Regional de Atención a Víctimas (CRAV) y benefició a decenas de sobrevivientes que hoy buscan acceder a un empleo digno y formal en el municipio.
Durante el encuentro, los beneficiarios recibieron bonos de $110.000 para alimentación y de $125.000 para vestuario, lo que les permitirá adquirir alimentos básicos, productos de aseo personal y ropa adecuada para entrevistas laborales. La iniciativa busca no solo ofrecer un alivio económico inmediato, sino también preparar a los participantes para que puedan afrontar con mejores herramientas el proceso de vinculación a una empresa.
La estrategia hace parte de un trabajo articulado entre la Alcaldía de Soledad, a través de su Oficina de Víctimas, y la Unidad Nacional para las Víctimas. Su propósito central es reducir las brechas que enfrentan las personas afectadas por la violencia en su camino hacia la inclusión laboral, garantizando que cuenten con apoyo en la construcción de sus hojas de vida, orientación para procesos de selección y acompañamiento psicológico.
El programa Empleo sin Barreras en Soledad se centra en brindar herramientas para que las víctimas puedan proyectarse en el mercado laboral. A través de asesorías personalizadas, talleres y procesos de orientación, se fortalecen sus perfiles laborales, lo que los hace más atractivos para las empresas que buscan talento humano. Posteriormente, se realiza la postulación de las hojas de vida y, en caso de avanzar, los participantes reciben acompañamiento continuo para facilitar su integración al mundo del trabajo formal.
El evento también sirvió como escenario para visibilizar los retos que enfrentan las víctimas del conflicto armado en el municipio, donde muchas de ellas han tenido que reconstruir sus vidas desde cero tras experiencias de desplazamiento forzado, pérdida de bienes y rupturas familiares. En este contexto, el acceso al empleo se convierte en un elemento clave para recuperar la estabilidad social y económica.
Soledad, por su ubicación estratégica en el Atlántico y por ser uno de los municipios con mayor población receptora de víctimas en la región, ha venido consolidando programas que buscan dar respuestas concretas a estas comunidades. Con el apoyo del Servicio Público de Empleo y la Unidad Nacional, el municipio avanza en un modelo de acompañamiento integral que no solo entrega beneficios puntuales como bonos, sino que promueve la empleabilidad sostenible en el tiempo.
La entrega de bonos en esta jornada simboliza un paso más hacia la inclusión. Los beneficiarios expresaron su satisfacción al recibir un apoyo que les permitirá prepararse mejor para los procesos de selección laboral. Además, el respaldo institucional les da confianza en que pueden contar con oportunidades reales para vincularse a empresas que valoren sus capacidades y experiencias.
El programa se complementa con un grupo de psicólogos que acompaña a las víctimas en su proceso de inserción laboral. Este acompañamiento psicosocial resulta fundamental, ya que muchos de los beneficiarios cargan con secuelas emocionales del conflicto armado que afectan su desempeño en entrevistas y entornos laborales. Con esta estrategia integral, se busca que los participantes no solo encuentren empleo, sino que logren sostenerlo en el tiempo.
Los avances obtenidos hasta el momento muestran que la articulación entre la Alcaldía de Soledad, la Oficina de Víctimas y las entidades nacionales está dando frutos. En jornadas anteriores, varias personas ya han logrado ser vinculadas a diferentes empresas del área metropolitana de Barranquilla, lo que demuestra que el modelo funciona y puede ampliarse a más beneficiarios en el futuro cercano.
El impacto social de estas iniciativas también se refleja en el fortalecimiento de la economía local. Al acceder a un empleo, las víctimas pueden mejorar su capacidad adquisitiva, aportar al sostenimiento de sus familias y dinamizar sectores comerciales del municipio. De igual forma, se fomenta la inclusión y la cohesión social, reduciendo los niveles de vulnerabilidad que históricamente han marcado a esta población.
La meta de Empleo sin Barreras en Soledad es seguir incrementando el número de participantes vinculados a empresas y fortalecer la relación con el sector privado, que juega un papel determinante en este proceso. La generación de confianza entre empleadores y buscadores de empleo es clave para que las oportunidades no se limiten a la capacitación, sino que se traduzcan en contratos reales y sostenibles.
El compromiso institucional continuará en los próximos meses con nuevas jornadas de orientación, ferias de empleo y procesos de acompañamiento individualizados. Se espera que más víctimas del conflicto armado puedan beneficiarse de este programa y, de esta forma, avanzar en su proceso de reparación integral a través del acceso al trabajo formal.
El mensaje que dejó la jornada en el CRAV de Soledad es claro: la inclusión laboral es posible cuando se articulan esfuerzos entre la Nación, el municipio y el sector privado. Los bonos entregados son un alivio inmediato, pero el verdadero objetivo del programa es garantizar que las víctimas tengan un futuro estable, digno y con oportunidades de crecimiento.
La experiencia de esta jornada refuerza la importancia de seguir invirtiendo en estrategias de empleabilidad que prioricen a la población víctima del conflicto. En Soledad, miles de personas aún esperan una oportunidad que les permita transformar su vida a través del trabajo, y programas como Empleo sin Barreras representan una esperanza tangible para alcanzar esa meta.
